BUÑOL, España. AP. Decenas de miles de
personas tomaron como municiones 120 toneladas de tomates y se los
lanzaron mutuamente el miércoles durante la batalla anual de la
Tomatina, que volvió las calles de la ciudad española de Buñol en un mar
de pulpa roja.
El ayuntamiento calcula que unas 40.000 personas, entre ellas muchos
turistas, participaron en el bombardeo de una hora de duración, que
tiene sus raíces en una pelea de comida entre niños en 1945. Los
participantes —muchos con camisetas, bermudas y gafas— se revolcaban en
el pantano de pulpa roja mientras se arrojaban unos a otros los tomates
que les dieron cinco camiones cargados.
Se colocaron duchas portátiles para que los celebrantes pudieran
ducharse después. Las calles y paredes de la ciudad se lavan con
mangueras una vez que termina la batalla.
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