Una arencada en la noche, y luego “requintar” en la mañana, es lo mejor que puede suceder en estos días de asueto y más si los arenques o arencas vinieron preñadas.

El olor delataba a lo que antes le llamaban “policía” y era una vergüenza ir al colmado y pedirlo y luego pasearse por el vecindario, porque quienes lo consumían eran las familias de clase baja y media baja, más por barato que por el gustico.
Ahora es comida gourmet por lo costoso, no tan asequible económicamente a la clase baja. En los supermercados le sacan las huevas para vénderlas a precios diferentes al arenque y en los mercados populares los venden con su “barriguita” al mismo precio la libra. Y no les he dicho del poder afrodisíaco que posee…….. dejémoslo ahí!
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