NUEVA YORK.- La policía de Lawrence
(Massachussets) arrestó a siete dominicanos en dos operativos separados a
los que acusa de traficar con docenas de kilos de cocaína, posesión
ilegal de armas de fuego y conspiración.Los detenidos son Nelson Arroyo, José Ramón Martínez, Eleodoro Victorino, Denis Rivera, David Alfonso y Odalis García, quienes cayeron en redadas hechas en varios vecindarios de Lawrence, entre ellos Haverhill, con una gran población dominicana.
En las incursiones, los oficiales ocuparon siete armas de fuego, cocaína, heroína, crack, materiales de embalaje para procesar las drogas y 4,120 dólares en efectivo.
Arroyo era un fugitivo buscado por las autoridades desde hacía varios meses y fue ubicado después que el lunes encañonara a una mujer a la que amenazó con matarla.
Usaba los alias de "Anthony Tartak" y "Joseph Tartak" para tratar de evadir la justicia. El reporte que cuando los agentes se le acercaron, los amenazó con asesinarlos si intentaban arrestarlo.
Estaba con un amigo en la casa número 28 de la calle Glines en Haverhill y cuando salió, fue seguido por agentes encubiertos, siendo interceptado después de las 7:00 de la noche en la calle Merrimack de Lawrence.
En el momento de aprehensión, portaba una pistola Luger negra que tenía en la cintura y se le incautó marihuana, cocaína y balas para el arma.
En un allanamiento en la casa del amigo de Arroyo, la policía también halló otra pistola Beretta color plateado. Una escopeta recortada, fue encontrada también en la vivienda allanada.
En la vivienda arrestaron además a Jonathan Burnell a quien le ocuparon pastillas de los medicamentos recetados Metadona y Citalopram que los narcotraficantes usan para mezclar y "cortar" diferentes tipos de psicotrópicos.
Arroyo fue acusado de tres cargos por tráfico de cocaína, heroína, posesión ilegal de armas de fuego y municiones y tenía tres órdenes de arresto pendientes.
Los investigadores que a los otros sospechosos, se les confiscaron al igual que a Arroyo, armas de fuego, drogas y dinero en efecto proveniente del narcotráfico.
John Romero, el jefe policial de Lawrence, dijo que las armas incautadas jamás volverán a ser usadas para cometer crímenes en las calles de la ciudad.
El grupo se enfrenta colectivamente a décadas en la cárcel, sin son hallados culpables por los delitos imputados.
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