Pasados un par de días de la resaca del nuevo iPad es quizá el momento de reflexionar sobre las consecuencias que puede tener en el futuro de esta compañía (no lo olvidemos, la mayor del mundo por capitalización bursátil, y capaz de hacer torres estratosféricas de billetes). Si el mismo día de presentación de la nueva generación del tablet de Apple ya nos preguntábamos aquí en samanensesausentes si en el futuro más o menos cercano de la empresa estaba el cambio de logo
como símbolo de cambio/renovación, hoy tratamos de desvelar si esta
evolución también va a llegar a la propia denominación de sus productos.
El producto estrella de la presentación del pasado miércoles se llama sencillamente iPad.
Si queremos ceñirnos literalmente a la nomenclatura que empleó Apple,
“el nuevo” iPad. Una denominación a la que ya estamos acostumbrados,
empleando palabras de Troy McClure, de anteriores ocasiones como… y aquí introduzca el nombre de su dispositivo favorito de la manzanica mordía.
Cuando se presenta una versión nueva de todos sus aparatos (con una
excepción que comentaremos a continuación) siempre se publicita (y así
aparece durante un tiempo en la propia web de la compañía) como “el nuevo“.
Tenemos iMac, MacBook, iPod, AppleTV… y ahora iPad. De hecho a pesar
de que se le conoce comúnmente (incluso la propia marca se refiere a él
así) como iPad2 cualquier que posea este dispositivo y le dé la vuelta
verá que por detrás lo que pone es… iPad. A secas.
Los añadidos generacionales a la denominación o nomenclatura de un dispositivo provienen del iPhone,
el revolucionario smartphone presentado en 2007. La segunda generación,
un año después, se llamó iPhone 3G porque permitía la conexión a esa
red. El siguiente dispositivo, lanzado al año siguiente, alargó el
nombre hasta iPhone3GS con el añadido de una letra que simbolizaba la
mayor velocidad (speed, en inglés) debido a las mejoras en el procesador y la memoria.
Las generaciones siguientes se denominaron iPhone4 y el último en
aparecer iPhone4S sin que, en realidad, la inclusión del 4 obedezca a un
motivo concreto porque aunque existe un tipo de red de datos denominada
4G ambos terminales no hacen uso de ella.
Por otra parte la denominación del terminal también puede haber
pasado del 3 al 4 debido al aspecto físico externo del mismo, que varía
en los dos últimos.
Pero a la luz de la forma en la que Apple ha denominado al nuevo iPad
desechando los nombres que habitualmente hemos utilizado para
referirnos a él podríamos llegar a una conclusión que tendría que ver
con una modificación en la filosofía de la empresa en cuanto al nombre
que reciben desde ahora sus dispositivos.
Si el tablet presentado el miércoles no es ni el iPad3 (por continuar
la saga de iPad – iPad2) ni iPadHD (debido a su pantalla Retina Display
de alta resolución) sino que simplemente se trata de “el nuevo iPad”…
es muy posible que en los planes de Apple esté el dejar de ponerle añadidos al nombre de sus dispositivos móviles
como ya sucede con el resto de sus productos y que si los siguientes
tablets que vayan sacando se presenten simplemente como “el nuevo iPad”
lo mismo pueda predicarse para los futuros lanzamientos de su
smartphones.
Sucedería entonces algo idéntico a lo que ahora ya ocurre cuando
aparece “el nuevo MacBook” o “el nuevo iMac” o, como tuvimos ocasión de
comprobar este miércoles, “el nuevo AppleTV”.
Porque se presentó “el nuevo iPad” pero también “el nuevo AppleTV“,
no era ni el AppleTV 2 ni el AppleTV3 (puesto que ya vamos por la
tercera generación del dispositivo), ni siquiera el AppleTVHD, al
implementar ya la resolución 1080p.
La conclusión sería que este verano no conoceremos el iPhone5. Conoceremos “el nuevo iPhone“.
Y como ahora ha sucedido con el iPad2, que seguirá conociéndose así a
la segunda generación del dispositivo, cuando el nuevo iPhone aparezca
el iPhone4S se mantendrá a la venta como modelo de entrada, a un precio
$100 inferior y convivirá mientras quede excedente disponible para
vender.
Tim Cook no lo tenía fácil para sustituir al carismático Steve Jobs
pero podría estar demostrando que tiene las cosas claras y es capaz de
tomar decisiones de hondo calado para que Apple continúe siendo una
empresa con algo que decir en el sector. ─[Imagen: Marketing Apple]
0 Comentarios