Provincia de Samaná no se escapa a la contaminación sónica


La provincia ecoturística, de clima cálido y espectaculares paisajes que convocan a un remanso de paz cambió.

Ahora los residentes en la provincia de Samaná están cansados del ruido que provoca la música a alto volumen en negocios comerciales, así como de propietarios de vehículos y vendedores ambulantes que llegan desde otros puntos del país.

“Aquí los fines de semana principalmente, la mayoría de negocios que están abiertos y que no son negocios cerrados, usan las bocinas y hacen actividades con música en vivo, a un volumen excesivo», al igual que las playas publicas que nos rodean, expresan residentes de la parte céntrica de varios municipios de esta provincia.

La población de la provincia la cual cuenta con un total 112,160 habitantes, de acuerdo con el último censo de población y vivienda, es un lugar que ofrece un turismo de playas, montañas o de extremos, pero con el tiempo ha ido creciendo en la oferta comercial, para poder satisfacer a los turistas que llegan de visita.

Asimismo, se ven otros vehículos modificados con equipo de sonidos de alto volumen y a estos se les adaptan bocinas de alta potencia, lo que intranquiliza a las personas, mientras circulan por la zona urbana. Esta denuncia fue comprobada por estos medios.

La intranquilidad alcanza hasta quienes frecuentan las áreas de los parques y playas, en busca de recrearse y respirar aire libre; la música a alto volumen es frecuente en la zona céntrica y comercial, así lo explicaron personas consultadas. “Si usted quiere oír música que se le explote los oídos, nada más tiene que sentarse en los espacios públicos de cualquiera de las playas de esta provincia.

Sanciones a los infractores

La normativa de Medio Ambiente indica que quienes violenten lo establecido conllevarían cierre temporal de negocios, así como multas que van desde los tres hasta los treinta salarios mínimos establecidos legalmente.

Las autoridades

De igual manera la Policía, indicó, se ve impedida de apresar en flagrancia en muchas ocasiones, y a veces debe recurrir a enviar personal encubierto para obtener pruebas.

“Ocurre que cuando la patrulla llega, las personas que tienen el ruido o música instalada, bajan el volumen y cuando llega la patrulla, ya no hay flagrancia y no podemos actuar en consecuencia”.

En busca de devolver la paz a los moradores de Samaná, las autoridades han conformado la Mesa Local de Seguridad, Ciudadanía y Género en los diferentes municipios, conformada por representantes del Ministerio de Interior y Policía, la alcaldía, la gobernación y otras entidades estatales, pero hasta el momento no se han visto resultados inmediatos.

Además de la Ley 90-19, regulan los asuntos de contaminación medioambiental el artículo 67 de la Constitución Dominicana, la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales 64-00, la Ley 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios, la Ley de Salud 42-01, entre otras normativas.

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