Dubái estudia la construcción de una montaña artificial para que llueva más

Hay tres cosas que caracterizan a los Emirates Árabes Unidos: el desierto, el dinero y los proyectos faraónicos. Y estos tres parámetros se unen en la última gran locura que se va a lleva a a cabo en Dubái: la construcción de una enorme montaña que solo tiene como misión crear nubes y hacer que descarguen su lluvia sobre el terreno yermo.

En Dubái están el edificio más alto del mundo (el Burj Khalifa, con 828 metros de altura), el hotel más lujoso del mundo (el Burj al Arab, el único que tiene 7 estrellas) y residencial más exclusivo, The Palm, una construcción realizada sobre una isla artificial. A esta lista de locuras maravillas de la ingeniería y la arquitectura se une la impresionante montaña artificial que según The India Times se estaría proyectando. 

El clima de los Emiratos Árabes es subtropical y árido. La lluvia es muy poco frecuente e irregular. En las pocas ocasiones en las que las nubes sobrevuelan el país, casi siempre pasan de largo sin descargar ni una sola gota de lluvia. Durante el verano, que va desde abril hasta noviembre, la temperatura media oscila entre los 25ºC y los 40ºC, llegándose a alcanzar máximas de 48ºC en los días más calurosos de julio y agosto. La probabilidad de lluvia es casi inexistente.

Con la montaña artificial, situada a las afueras de la ciudad de Dubái, se ayudaría a la creación de nubes por un fenómeno natural que se da en todos los lugares montañosos: una elevación aislada en una llanura se opone al flujo del aire, y ayudaría a crear las nubes. Cuánto más alta sea la montaña, más se generaran.

Y cuando las nubes se hayan formado, las autoridades del país llevarían a cabo lo que se conoce como ‘siembra de nubes’: el lanzamiento desde una avioneta de sustancias como el yoduro de plata y el hielo seco para forzar la precipitación. Una vez hecho, el yoduro de plata puede ser recogido en tierra sin que se produzca contaminación alguna con el agua, ya que ambos elementos no se mezclan.

Con esta solución, Dubái podía poner solución a sus problemas climáticos y de sequía continua: tan solo llueve cinco días al año y suele caer como ligero acompañamiento durante una tormenta eléctrica.