Las
naciones del sureste asiático afirman que están "seriamente
preocupadas" por la construcción que lleva a cabo China de islas
artificiales en el Mar de China Meridional.
China responde que está "profundamente preocupada" por la declaración de las naciones del sureste asiático.
China
usa barcos de dragado y equipos constructores para convertir al menos
seis arrecifes de coral en enormes bases con puertos.
Uno tendrá una pista de 2.900 metros de largo.
El
sureste de Asia asegura que las acciones de China "han erosionado la
confianza y podrían socavar la paz, la seguridad y la estabilidad".
China contesta que lo que está haciendo es "totalmente legal y no debe ser cuestionado".
China
reaccionó con indignación a la declaración que emitieron el lunes los
10 países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, criticando
el enorme programa de construcción en las islas Spratly.
¿Está a punto de iniciarse un duelo en el Mar de China Meridional?
Control marítimo
Han
surgido extensos temores de que China utilice estas bases como
trampolines para reafirmar el control sobre todo el Mar de China
Meridional.
Parece muy extraño que unas de
las islas más pequeñas del planeta sean ahora el centro de una de las
mayores disputas territoriales del mundo.
Si estuvieran ubicadas a
un par de metros de profundidad menos, ni siquiera calificarían como
islas pero debido a que sobresalen de la superficie del mar, los países
pueden reclamar su propiedad y, lo más importante, el territorio y los
recursos en las aguas que las rodean.
Así, el país que controle
las islas tendrá la mayor concesión de los 2,25 millones de km2 en el
Mar de China Meridional y de toda la pesca y petróleo debajo de éste.
Es
por eso que para los seis países limítrofes del mar (siete si se cuenta
a Taiwán separadamente), estas 250 rocas, arrecifes e islas, con un
área total de sólo nueve km2, valen todo el dinero y el esfuerzo que se
está gastando en ellas.
Pero la disputa en realidad tiene que ver con mucho más que esto.
Dos disputas
Para
entender por qué los barcos estadounidenses y chinos se están
enfrentando en el Mar de China Meridional es importante darse cuenta de
que en realidad están teniendo lugar dos disputas.
La
otra, la disputa fundamental, es sobre el futuro del sistema
internacional que ha regido el mundo desde el final de la Segunda Guerra
Mundial.
¿Cuáles son las reglas internacionales que los países deben seguir y quién debe establecer estas reglas?
Es
la superposición de estas dos disputas -entre qué país tiene derecho de
ocupar qué islote y qué país establece las reglas en el mundo- lo que
hace al litigio del Mar de China Meridional tan peligroso.
China está convencida de que es el propietario legal de casi todo el mar.
Como
resultado, los países del sureste asiático que tienen reclamos rivales:
Vietnam, Indonesia, Malasia, Brunei y Filipinas, están tratando de
fortalecer su posición involucrando a otras potencias grandes
-principalmente a Estados Unidos, pero también a Japón e India- para que
los apoyen.
Estados no está particularmente interesado en qué
país controla qué isla, pero se está viendo arrastrado a la disputa
debido a sus intereses más amplios.
Las autoridades en Pekín ven las cosas de forma opuesta.
Piensan
que Estados Unidos, ansioso de seguir siendo la principal potencia
mundial, está acorralando a los países del este y sureste de Asia para
contener el ascenso de China.
Pero lo que preocupa a Estados
Unidos, y a muchos otros países, no es el ascenso de China como tal,
sino los esfuerzos de Pekín de redefinir la ley internacional para
acomodar sus propios intereses en el mar.
Como resultado, Estados Unidos y sus aliados y amigos cooperan para "resistir al enemigo".
Y aquí es donde yace el peligro.
Desafío internacional
A
medida que China trata de extender su control sobre las aguas del mar
(no sobre las islas), está desafiando tanto a otros países de la región
como al sistema internacional.
Bajo las actuales leyes
internacionales, establecidas en la Convención de Naciones Unidas sobre
el Derecho del Mar, un país sólo puede ser dueño de un pedazo de mar si
es dueño de la tierra próxima a éste.
Un país que es dueño de una
isla también "es dueño" de 22 kilómetros de lecho marino alrededor de la
isla y tiene el derecho de los recursos (pero no del territorio) de
hasta 370 Km alrededor de ella.
Sin embargo, el gobierno chino y
sus empresas estatales (en particular las compañías petroleras y las
empresas pesqueras) tratan de reclamar la propiedad no sólo del Mar de
China Meridional sino de su lecho marino y sus recursos, muchos de los
cuales están a cientos de kilómetros de distancia de la costa china.
Este
es un desafío no sólo para los otros países alrededor del mar con
reclamos propios, también para Estados Unidos, cuyo papel como potencia
militar y comercial global depende del acceso sin impedimentos a los
mares del mundo, y para cada país que cree en los actuales reglamentos
del derecho internacional.
Se dice (en líneas generales) que el
mar a más de 22 Km de distancia de la costa no le pertenece a nadie y
que por lo tanto cualquiera puede usarlo libremente en la forma que
desee. (Las leyes son más complicadas que esto pero este es el principio
básico).
Japón necesita que un barco petrolero o de gas atraviese
el Mar de China Meridional cada seis horas para mantener a su economía
en funcionamiento.
Corea del Sur es igualmente dependiente de sus importaciones energéticas.
Ambos países también tienen otros temores sobre la forma en que China se está comportando.
Japón
tiene su propia disputa con China por las islas Senkaku/Daiowu, y como
está unido a la causa con Vietnam y Filipinas ha comenzado a abastecer a
ambos países con barcos guardacostas y entrenamiento para ayudarlos a
defender sus reclamos marítimos.
Corea del Sur es menos rotundo en sus expresiones, pero también está preocupada y abastece de armamento a Filipinas e Indonesia.
India no depende tanto del mar, pero teme las consecuencias que podrían derivarse si China llegara a dominar Asia.
Tiene dos disputas con China sobre áreas fronterizas en el Himalaya.
También
está nerviosa por las crecientes relaciones de Pekín con países
alrededor del Océano Índico y en respuesta ha establecido vínculos de
seguridad con Vietnam, Indonesia, Japón y Asutralia, entre otros.
Disputa del siglo XX
Las autoridades chinas afirman que su país es el "propietario" histórico del mar "desde tiempos antiguos".
El interés del gobierno en Pekín en el mar en realidad sólo comenzó a principios del siglo XX.
Durante
gran parte de la historia las autoridades chinas difícilmente fueron
capaces de controlar su propia costa, mucho menos las islas ubicadas a
cientos de kilómetros de distancia.
Son estos arraigados reclamos
de propiedad, históricamente injustificados, los que están colocando a
China en curso de choque con sus vecinos y con Estados Unidos.
Para protegerse de las transgresiones chinas, otros países están formando asociaciones de seguridad.
Todos estos intereses tienen el potencial de convertir una disputa local en una regional e incluso una global.
En momentos de tantas crisis internacionales, las disputas del Mar de China Meridional parecen relativamente pequeñas, pero podrían agrandarse rápidamente.
Para cambiar este comportamiento se requiere que los países de la región lleguen a un mejor entendimiento de la historia compartida del Mar de China Meridional.
Quizás eso no será fácil pero podría ser mejor que la alternativa de un conflicto en aumento y el creciente riesgo de un enfrentamiento entre superpotencias.
*Bill Hayton es autor de "The South China Sea: The struggle for power in Asia" (El Mar de China Meridional: La Lucha por el Poder en Asia), que acaba de ser publicado por Yale University Press.
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