Una nota del ministerio indica que los imputados, los pescadores Francisco Paulino Bonilla, José Fermín fueron atrapados en flagrante delito cuando sacaban las vísceras a un ejemplar en Caguama, en la playa Bonita. 
Mientras que a Ana Barett, propietaria de una pescadería se le encontró 30 libras de la carne, dice Medio Ambiente a través de una nota de prensa. 
Precisa que las tortugas marinas  han sido clasificadas en peligro de extinción a lo largo de toda su distribución geográfica y están incluidas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Además, es extensivo a la protección contemplada en la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el Decreto Presidencial  288-12. 
