"Is alive, is alive, call an ambulance, please" (Esta vivo, esta vivo, llamen una ambulancia, por favor) se escuchaba gritar a una persona que parecía extranjero y acompañaba a un amigo dentro de uno de los varios vehículos que se accidentaron, en el túnel de la Avenida Tiradentes, la madrugada de este sábado.
Rodeado de varios agentes de la policía y algunos de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) que "perplejlos" miraban la escena y ni siquiera hacían esfuerzos por cerrar o desviar el trafico a la entrada del túnel, para evitar que ocurrieran otros daños a "desesperados conductores" que manejan sin prudencia en las horas que no se respeta nada.
Que impotencia y vergüenza sentimos ante aquella escena, en la que una persona necesitaba ayuda y ni siquiera una ambulancia privada llegaba a socorrer o dale primeros auxilios.