El Comisionado para la protección de privacidad de Canadá y la
autoridad holandesa de protección de datos personales, la CBP,
realizaron una investigación conjunta de WhatsApp, un sistema de
mensajería instantánea para teléfonos inteligentes.
Para utilizar el servicio de WhatsApp, los usuarios deben
consentir el acceso a su aplicación a toda su libreta de direcciones.
Todos los números de teléfono en su dispositivo móvil se envían a
WhatsApp para facilitar la identificación de otros usuarios de la
aplicación.
En lugar de borrar el número de celular de quienes no son
usuarios, WhatsApp los conserva, en tanto las leyes canadienses y
holandeses disponen que la salvaguarda de información debe tener un
propósito determinado. Sólo los usuarios de la aplicación que tengan el
iPhone de Apple con el software iOS6 puede agregar manualmente los
contactos y evitar la recogida automática de datos.
El Comisionado y la CBP también indicaron que al comienzo de la
investigación, los mensajes enviados a través de la aplicación no
estaban encriptados y podían ser interceptados, especialmente al ser
enviados desde una red Wi-Fi no protegida. En septiembre de 2012,
WhatsApp reaccionó a la investigación en curso y comenzó a cifrar su
servicio de mensajería.
De acuerdo con las dos autoridades, WhatsApp genera contraseñas
para el intercambio de mensajes utilizando la información asociada a los
dispositivos. Estas contraseñas pueden ser fácilmente reveladas. Un
tercero podría por lo tanto enviar y recibir mensajes en nombre de los
usuarios sin su conocimiento. WhatsApp también ha cambiado su sistema
usando una clave más segura generada aleatoriamente.
El Comisionado y la CBP colaboraron en la investigación tras una
denuncia presentada el 26 de enero de 2012, pero presentaron informes
separados, según las leyes que protegen la privacidad de los dos países.
WhatsAppp anunció en Twitter en agosto haber superado en un solo día los 10.000 millones de mensajes compartidos.
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