Embajador de los EE.UU. en Libia, Christopher Stevens, asesinado ayer en el ataque contra el consulado de su país en Bengasi.
Funcionarios libios dijeron que el embajador
estadounidense y otros tres norteamericanos murieron en un ataque contra
el consulado en la ciudad oriental de Bengasi por manifestantes
furiosos por una película que se burla del profeta islámico, Mahoma.
Los
funcionarios dijeron que el embajador Chris Stevens murió el martes por
la noche cuando él y un grupo de empleados de la embajada fueron al
consulado a tratar de evacuar el personal. Los manifestantes estaban
disparando cohetes y lanzagranadas.
Los tres funcionarios libios que confirmaron las muertes tienen altos puestos de seguridad en Bengasi.
Ellos
son el ministro del interior para el oriente de Libia Wanis al-Sharaf;
el jefe de seguridad de Bengasi Abdel-Basit Haroun; y el funcionario de
seguridad y del concejo municipal Ahmed Bousinia.
El Departamento
de Estado dijo el martes que un estadounidense había muerto en un ataque
al consulado. No ha confirmado las otras muertes.
El ataque
contra el consulado en Bengasi se produjo mientras centenares de
manifestantes en el vecino Egipto escalaron los muros de le embajada
estadounidense en El Cairo y arrancaron la bandera norteamericana y la
reemplazaron con una bandera islámica.
Fueron los primeros ataques
contra instalaciones diplomáticas estadounidenses en ambos países en
momentos en que tanto Libia como Egipto luchan por salir de la
turbulencia política que siguió a los derrocamientos en revueltas
populares de sus respectivos gobernantes, Moamar Gadafi y Hosni Mubarak.
Tanto Gadafi como Mubarak habían permanecido mucho tiempo en el poder.
Las
protestas en ambos países se debieron a la ira que suscitó una película
que ridiculiza a Mahoma y que fue producida por un estadounidense en
California. La cinta es promocionada por un cristiano egipcio que
efectúa una intensa campaña antimusulmana en Estados Unidos.
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