Desquiciada causa destrozos en el museo tomas Morel, de Santiago

Algunas de las piezas del museo Tomás Morel, de Santiago, que fueron lanzadas a la calle por una mujer.

 

SANTIAGO.    El museo folklórico Tomás Morel, que ha funcionado en esta ciudad por más de 50 años, quedó  esta mañana virtualmente destruido, cuando una mujer con problemas mentales y que se desempeñó por un tiempo como secretaria del mismo, destrozó gran parte de los artículos que se exhibían allí, muchos de los cuales lanzó a la calle.

Como consecuencia de la acción de la nombrada Lely Rodríguez, el museo ha quedado prácticamente inservible, con las piezas que se mostraban rotas y desparramadas en su interior y en la acera de la calle Restauración, frente a una  casa donde está instalado, y que fue construida hace alrededor de 200 años.

La mujer, quien de acuerdo a datos ofrecidos por Tomás Morel hijo, administrador del lugar, sufre de esquizofrenia en estado avanzado, en otras ocasiones había destrozado parte de los objetos que se mostraban, pero hoy resolvió con lanzar violentamente a la calle casi todo lo que quedaba.

Expresó Morel hijo que con sus acciones, Rodríguez ha destruido casi todas las tradiciones del arte y la cultura que por 50 años fueron mantenidas en el museo, incluyendo muchas piezas originales, fundamentalmente relacionadas con el merengue, el folklore y la forma de vida de los dominicanos, desde la fundación de la República.

Se quejó Morel hijo de que en más de una ocasión ha pedido a la Fiscalía de esta ciudad y al departamento de salud mental del Ministerio de Salud Pública que lleven a la mujer a un centro asistencial especializado, a los fines de que se recupere de sus problemas mentales.

Precisó que aunque en una ocasión la internaron,  regresó al museo e incluso prácticamente vive en su interior “y nos ha resultado imposible sacarla de nuevo”.

“Por la inoperancia de las autoridades ahora toda la cultura y las tradiciones de Santiago se encuentran desparramadas y destruidas en el museo y frente a la casa donde funciona desde hace 50 años, lo que es un duro golpe para la historia folklórica de esta ciudad”, señaló.