
Tiene dos motores eléctricos adelantados al eje trasero, uno por
rueda, la potencia no la sabemos. Eso sí, llegaría a 100 km/h en menos
de 5 segundos y tendría carga para 240 km. Utiliza la tecnología del Nissan Leaf, pero adaptada a la deportividad y a una autonomía superior, ya que el consumo también aumentaría.
Se ha buscado hacerlo lo más ligero posible, porque en estos coches
cada gramo cuenta. Además de ligero, el reparto de pesos queda a la
altura de la cadera del conductor, ya que las baterías son planas y bajo
el piso, y a diferencia de un coche normal, el reparto se mantiene siempre igual. En un coche normal, lo que se vacía el depósito influye en los pesos.
Se ha diseñado completamente desde cero, por lo que
la colocación de las baterías y motores está optimizada. Nissan no
habla de datos de tamaño de maletero o dimensiones, eso queda para los
asistentes al Salón de Ginebra. Tampoco aclaran cuánto tiempo llevaría
recargarlo en cualquier tipo de enchufe.
En el interior nos dicen que hay cuatro pantallas LCD
multifunción, nos lo tenemos que creer porque solo hay imágenes
exteriores. Pese a la ligereza, dicen que tiene materiales tapizados en
piel y tela, por lo que no sería un coche “básico”. Apunta a tener mejor
interior que el Nissan 370Z actual.
En la calle ya existe un deportivo eléctrico real, el Tesla Roadster
las prestaciones de este prototipo son algo inferiores (autonomía y
0-100 km/h). Tiene un detalle curioso, y es que las tomas de recarga se
encuentran bajo los cantosos faros delanteros, en esas tomas de aire.
Nos tenemos que ir acostumbrando a este tipo de prototipos, porque
los deportivos eléctricos también tienen su nicho de mercado, aunque de
momento solo para los presupuestos más holgados al ser una tecnología
muy cara a día de hoy.
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