Las autoridades en Afganistán ofrecían US$100 por la
captura de un comandante talibán llamado Mohammad Ashan. Pero esta
semana dejaron de buscarlo.
Ashan exigió que se le pagara por su captura. No tuvo éxito. |
Para sorpresa de todos, el mismo Ashan se entregó en un puesto de control con el objetivo de cobrar la recompensa.
De hecho, según las autoridades, exigió -sin éxito- que le pagaran el dinero.
Ashan era solicitado por ser sospechoso de
organizar ataques a efectivos afganos y estadounidenses, que incluían la
colocación de artefactos explosivos improvisados (IED).
Este miércoles las fuerzas de EE.UU. confirmaron su identidad a través de un escáner biométrico.
"Se busca"
El corresponsal de la BBC en Kabul, Bilal
Sarwary, dijo que Ashan era un comandante talibán de nivel medio-bajo en
la provincia suroriental de Paktika.
Aunque no se cree que haya estado al mando de un
número significativo de insurgentes, se sospecha que los ataques con
IED ocasionaron suficiente daño como para provocar que las autoridades
colocaran carteles de "Se busca" en varios distritos.
Según el periodista, los efectivos de la OTAN y
las tropas afganas aún no entienden cómo a Ashan se le ocurrió reclamar
una recompensa por su propia captura.
Los militares aseguran que la táctica de buscar insurgentes usando avisos con recompensas no ha dado resultados positivos.
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