Filtraciones en el techo, pinturas desgastadas, ausencia de letreros evidencian el descuido en estaciones
Las columnas del interior de las estaciones están perdiendo su recubrimiento.
Las estaciones de la LĂnea I y II del Metro de Santo Domingo ya no lucen el brillo que aporta un buen mantenimiento. Un sucio penetrante opaca las pinturas que cubren las paredes de cada parada y 13 ascensores dejaron de funcionar. El Ăłxido empezĂł a corroer el acero de algunas escaleras. Y algunos techos de las estaciones presentan filtraciones. En un recorrido por las 30 estaciones que comprenden la LĂnea I y II, elCaribe comprobĂł descuido en la higiene, estĂ©tica y en el área electromecánica del ferrocarril.
En muchos de los tramos de la LĂnea II, las fichas que componen el nombre a la entrada de la estaciĂłn MarĂa Montez han desaparecido. Uno de sus ascensores se encuentra inhabilitado.
El recubrimiento de las columnas del interior de la estación Francisco Gregorio Billini está en un progresivo desgaste. El descuido se observa en el área de facturación de la estación Pedro Francisco Bonó. De acuerdo con un empleado del Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro (Cesmet), uno de los ascensores lleva más de tres meses averiado.
Igualmente, la entrada de la parada Ulises Francisco Espaillat luce un aspecto descuidado. Y uno de los letreros colgados en direcciĂłn a la MarĂa Montez ya no está en su lugar.
El poco mantenimiento se observa al entrar a la estaciĂłn Freddy Beras Goico. Y se confirma en un ascensor dañado en la estaciĂłn Rafael Fernández DomĂnguez y en las filtraciones en el techo de la parada RamĂłn Cáceres.
En la estaciĂłn Manuel de JesĂşs Galván tambiĂ©n hace falta el letrero colgante que orienta a los usuarios hacia la MarĂa Montez. Asimismo, los rĂłtulos pegados a la pared en el interior de la parada Juan Pablo Duarte en el Centro OlĂmpico, que indican la ruta de las LĂnea I y II, tienen letras borradas. Al igual que la estaciĂłn Eduardo Brito, la Juan Pablo Duarte tiene uno de sus ascensores dañados. Las averĂas en los elevadores se agudizan en la estaciĂłn Centro de los HĂ©roes. Solo uno de cuatro aparatos transportadores funciona.
Otros problemas
El problema en los elevadores tambiĂ©n se da en las estaciones los TaĂnos y Pedro Livio Cedeño. Dos están fuera de servicio.
Mientras la pintura de la entrada de la estaciĂłn Francisco Alberto Caamaño luce vieja. Como curtido luce el azul rĂşstico de la parada JoaquĂn Balaguer y el naranja de la Casandra DamirĂłn, la cual tiene un ascensor dañado.
A causa del hollĂn, casi no se distingue el crema que cubre las paredes de la JoaquĂn Balaguer y la de parada Manuel Arturo Peña Batlle. Usuarios se quejaron de que dos de los ascensores de las Hermanas Mirabal estĂ©n averiados.
“¿Y si uno no puede caminar quĂ© pasa? No puede utilizar el Metro porque sus ascensores no sirven. Eso tienen que arreglarlo, porque son muchos los que están dañados”, se queja Laura Almánzar.
Baños y arrabalización de estaciones
Otras de las quejas de los usuarios es que no pueden disponer de los baños de las estaciones. Cuando intentan hacerlo los agentes de seguridad del Metro se lo impiden, diciendo que son exclusivos para los empleados. Ramón Pérez cuenta que cuando llevaba a su hija menor a uno de los baños, fue interrumpido por un agente de seguridad. Manifestó que la actitud del empleado le molestó sobremanera.
Tampoco los entornos de la estaciones escapan de la arrabalizaciĂłn. El colorido comercio se interna en los alrededores de las estaciones MarĂa Montez, AmĂn Abel HasbĂşn, Mamá TingĂł entre otras de las estaciones del Metro.
Siete años
La primera LĂnea del Metro fue inaugurada en 2009. Cuenta con 16 estaciones y la segunda lĂnea se compone de 14 paradas.
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