VIENA: Los dos candidatos que concurren este domingo a las elecciones presidenciales en Austria, un ultraderechista y un ecologista, se han mostrado optimistas y confiados en obtener la victoria.
El candidato de la derecha populista, Norbert Hofer, de 45 años, declaró que "espera y desea" alcanzar un 52 % de los votos, aunque reconoció que posiblemente sea un resultado muy ajustado.
Hofer hizo esas declaraciones a la prensa cuando acudiĂł a votar a su colegio electoral en Pinkafeld, en la regiĂłn de Burgenland.
El candidato ultraderechista asegurĂł a un grupo de periodistas extranjeros que no era "una persona peligrosa", cuando le preguntaron sobre las acusaciones de flirtear con referencias nazis.
Las elecciones presidenciales han despertado mucho interés porque pueden suponer la llegada de la extrema derecha a la jefatura de un Estado de Europa Occidental por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial.
La posible elecciĂłn de un ultranacionalista euro-escĂ©ptico ha despertado preocupaciĂłn tambiĂ©n en la ComisiĂłn Europea porque puede alentar a la derecha populista en otros paĂses comunitarios, como en Francia y Alemania.
Por su parte, Alexander Van der Bellen, un ecologista de 72 años, declaró al votar en un colegio electoral en Viena que era "cautelosamente optimista" sobre una victoria y pidió que la gente se movilizara para apoyarle y frenar al candidato ultra.
Algunos medios señalan que el resultado puede ser tan ajustado que lo podrĂan decidir los votos por correo, cuyo recuento terminarĂa el lunes.
Los locales electorales cerrarán a las 15.00 GMT y se espera que los primeros resultados provisionales se anuncien poco después.
Hofer, candidato del ultraderechista Partido Liberal (FPĂ–), parte con ventaja debido a su clara e inesperada victoria en la primera vuelta del pasado 24 de abril con un 35 % de los votos, mientras que Van der Bellen recibiĂł el 21,3 %.
Por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial los candidatos de la segunda vuelta no pertenecen a ninguno de los dos grandes partidos tradicionales, el socialdemĂłcrata y el conservador.
Hofer ha subrayado que en caso de ganar no se limitará al papel tradicional del presidente, un referente moral que representa al paĂs en el exterior, sino que usará todas sus atribuciones, como la posibilidad de destituir al Gobierno, actualmente una gran coaliciĂłn entre socialdemĂłcratas y conservadores.
El candidato ultra ha hecho del rechazo a los refugiados, a los que define como "inmigrantes económicos", un eje de su campaña, y los ha vinculado con el aumento del paro y la criminalidad.
El mensaje de "Austria y los austrĂacos primero", tanto para acceder al mercado laboral como a los servicios sociales, ha sido una de sus ideas recurrentes durante la campaña.
La insatisfacciĂłn con la gestiĂłn de la crisis de los refugiados y el aumento del desempleo ha llevado a votantes descontentos a abandonar los partidos mayoritarios y apostar por el populista FPĂ–.
Austria acogiĂł en 2015 a 90.000 solicitantes de asilo, más del 1 % de la poblaciĂłn del paĂs, y, segĂşn diferentes encuestas, una parte significativa de la ciudadanĂa está descontenta con esa decisiĂłn.
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