El ministro Gonzalo Castillo, supervisó los trabajos y expresó su satisfacción por la rapidez y calidad de ejecución de la obra. Consideró que será un espacio de esparcimiento para las familias del Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo.
“Más que rapidez me siento satisfecho porque es una obra de calidad, es una obra bonita. Está hecha pensando en el disfrute y en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.
Dijo que ya están concluidos los trabajos en los cuatro kilómetros y medios que corresponden Obras Públicas, comprendidos entre la parte frontal de la Universidad del Caribe y la avenida Abraham Lincoln, y sólo restan pequeños detalles en las plataformas para pescadores.
El proyecto Paseo Marítimo 30 de Mayo, consiste en una larga pasarela junto al mar Caribe con aceras estampadas a dos colores de 6 metros de ancho, 740 bancos de hormigón mixto e iluminación aportada por 328 lámparas de 250 Watts de potencia.
Además, se construyeron 250 alcantarillas de drenaje transversal de 36 pulgadas de ancho compuestas por captadores, disipadores y desarenadores para evitar que se tapen dado el gran volumen de agua que confluyen en la zona en tiempos de lluvia o en la temporada ciclónica y se protegió el litoral costero con muros de gaviones para detener la erosión marina.
Otro aspecto que embellece el litoral de la autopista 30 de Mayo y facilita el esparcimiento de la población, en especial de los aficionados a la pesca, es la construcción de seis áreas para pescadores. Tienen 250 metros de longitud cada una, 4 metros de ancho; están encachadas con piedras marinas de la zona sostenidas sobre una plataforma de hierro y madera de 50 metros de longitud.
Tanto aficionados a la pesca como personas que frecuentan la zona valoraron como muy positiva la construcción y el remozamiento del érea citada.
Aseguran que le otorga seguridad y embellece la ciudad. Juan Carlos Mercedes, quien pasea con frecuencia en la costa considera que “Los trabajos lo han puesto más bonito por lo que aumentaré mis paseos con mi esposa”.
Mientras que para Loris Honoret, un italiano radicado aquí, lo mejor es el espacio para pescar porque le permite disfrutar de su pasión en un entorno seguro. “La única cosa bien hecha y pensada para nosotros, los que nos gusta pescar. Estábamos esperando eso. Los felicito de verdad (a Gonzalo Castillo que estaba supervisando la obra)”.
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