La fÃsica de Star Trek de Laurence Krauss“Las obras y pelÃculas de Star Trek no son sólo una sana diversión sino que tienen un objetivo más profundo: expandir la imaginación humana. […] Existe un intercambio entre la ciencia y la ciencia ficción. La ciencia ficción sugiere ideas, y los cientÃficos pueden incorporar estas ideas a sus teorÃas”
Las palabras que inician este artÃculo no son mÃas, son del célebre cosmólogo Stephen Hawking que, no solo es un incondicional de la saga de Gene Roddenberry, sino que es el autor del prólogo a un bestseller de la divulgación titulado “La fÃsica de Star Trek”
Acabo de leer este estupendo libro, escrito por el fÃsico y divulgador Laurence Krauss y representa una magnÃfica exploración de las diferentes vÃas en las que las creaciones y tecnologÃas de Star Trek pueden influir en la ciencia de la actualidad. Una manera amena y divertida de aprender conceptos fÃsicos muy interesantes… porque, aunque parezcan sólo pelÃculas de “ciencia ficción”, en ellas, al igual que en las obras de Julio Verne, Isaac Asimov o Arthur C. Clarke, también está presente la ciencia.
Y precisamente en estos dÃas, las imaginativas ideas surgidas de Star Trek, podrÃan significar la solución a uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la exploración espacial de nuestros dÃas.
Uno de los elementos más peligrosos a los que se enfrentarán los astronautas en los viajes espaciales es la radiación.
AquÃ, en nuestro confortable y seguro planeta, estamos protegidos de estas amenazas cósmicas gracias a la protección que ofrece nuestra magnetosfera. Sin embargo, al abandonar su manto protector, los astronautas se ven afectados por partÃculas de alta energÃa procedentes del Sol, rayos cósmicos y una radiación que, para que os hagáis una idea aproximada, en un simple viaje a Marte equivaldrÃa a cien veces la dosis de radiación anual aquà en la Tierra.
Nuestra magnetosfera nos protege de la radiación cósmica
Una nave de la Federación Galáctica y su escudo protectorY es aquà donde entran nuestros protagonistas intergalácticos de Star Trek que, con el estreno de la última pelÃcula de la Saga, vuelven a estar de moda… Seguro que todos tenéis en la mente al Capitán Kirk dirigiendo el Enterprise desde el puente de mando, enfrentándose a una amenaza inmediata y ordenando con voz firme: “Rápido Sulu, active los escudos protectores”…
Esto es básicamente lo que anda buscando desde hace unos años un equipo de fÃsicos e ingenieros del Laboratorio Rutherford Appleton (RAL): crear una especie de magnetosfera alrededor de la nave, protegiendo asà tanto su estructura externa como la integridad de los astronautas que viajan en su interior.
Las primeras pruebas se realizaron en 2008 cuando los cientÃficos británicos consiguieronproyectar un chorro de partÃculas cargadas creando un campo magnético que rechazó una tormenta de iones creada artificialmente para probar su eficacia.
Durante los siguientes años, las pruebas preliminares han continuado por buen camino y hace una semana, Ruth Bamford, la investigadora encargada del proyecto en el RAL ha vuelto a aparecer en los medios para mostrar los avances. Según Bamford, el campo magnético podrÃa estar listo en los próximos años y serÃa capaz de refractar la radiación cósmica en una pequeña nave. En unos cinco años los primeros prototipos podrÃan estar listos para probarse primeramente en naves no tripuladas.
Nos encontramos de nuevo con un ejemplo magnÃfico en el que la creatividad de la ciencia ficción abre camino a aplicaciones tecnológicas útiles, aunque como bien podréis imaginar, lo difÃcil es siempre convertir en realidad lo que alguien soñó para la ficción… Aun asÃ, y en el caso que nos ocupa, la fÃsica real detrás del escudo protector de naves nos dice que es posible fabricarlo y que podrÃamos verlo funcionar dentro de muy poco… ¡Vamos Scotty, a toda potencia!
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