Gradiente es una empresa de electrodomésticos brasileña con
48 años de historia que tuvo un momento de éxito entre los 70 y los 90,
decayó durante los 2000 y ha vuelto hace unos años con un tablet y el
intento de recuperar el esplendor pasado. Ahora, la firma brasileña se
ha convertido en la protagonista de los titulares de los medios de
tecnología de medio mundo gracias al lanzamiento de un smartphone… y
gracias, sobre todo, al nombre que le han puesto al dispositivo. El nuevo teléfono de Gradiente se llama Smartphone Neo One de la línea Gradiente Iphone.
La compañía asegura que la marca Iphone es suya. Tal y como
explican en una de sus actualizaciones en Facebook, ellos registraron
en Brasil la marca. «En el año 2000, Gradiente miraba al futuro y creó
una marca para su línea de móviles con acceso a internet», apuntan en
una actualización de estado,
«nacía la línea Gradiente Iphone, de la que forma ahora parte nuestro
smartphone Neo One». De hecho, y para dar más peso a sus palabras, la
firma brasileña ha publicado uno de los anuncios de sus Iphone del año
2000, demostrando que el nombre era suyo en el pasado.
El «smartphone»
cuenta con Android como sistema operativo (la versión 2.3, Gingerbread)
y tiene un precio de 599 reales brasileños (unos 216 euros al cambio).
La pantalla es de 3,7 pulgadas, tiene capacidad dual para la SIM (que
permite tener dos SIM en el mismo dispositivo), cámara trasera de 5
megapíxeles, conexión WiFi y Bluetooth. Pesa 130 gramos y tiene de 1,1 centímetros.
En conclusión, un dispositivo más, no especialmente avanzado, que no
sería portada de toda la prensa especializada si no fuese por su nombre.
No es la primera vez que los nombres de sus productos se
convierten en materia de discordia para Apple, que ya se ha enfrentado a
marcas registradas similares a las suyas en ocasiones anteriores.
Proview International Holdings, una firma china, registraba hace más o
menos una década el término iPad en Taiwán y en China, lo que les convertía en propietarios antes que Apple de la marca de su popular «tablet». Apple no tuvo más remedio que pagar 60 millones de dólares este verano a la firma propietaria para poder emplear el término y lanzar su popular tableta en China.
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