La NASA ya ha asegurado que este viernes no se acabará el mundo, pero el pasado lunes aparecieron en el cielo de Shanghai señales que para algunos anuncian el fin de los tiempos. Ya habían aparecido tres soles en el firmamento en otras ocasiones, como el pasado noviembre en Rusia, pero en la Republica Popular China, oficialmente atea, son muy supersticiosos y el fenómeno es en esta ocasión presagio de lo peor.
En China, oficialmente atea, son muy supersticiosos
En cualquier caso, tal y como advierte Wang Sichao, astrónomo del Observatorio de la Montaña Púrpura de Nanjing, a Business Insider: «Dentro de cinco billones de años nuestro planeta se extinguirá
cuando el sol se convierta en una enana roja y lo devore». «Claro que
para entonces el ser humano habrá sido capaz de encontrar un nuevo
hogar», tranquiliza.
El temido «máximo solar»
El pasado mes de agosto las autoridades estadounidenses dieron la alarma a su población ante la inminencia de otro fenómeno «apocalíptico»: el conocido como «máximo solar». Tal y como contó entonces Patricia Biosca para ABC.es, «si esta ráfaga solar se dirige a la Tierra, se trata de una tormenta geomagnética (la popular tormenta solar).
En ese momento, pueden ocurrir dos cosas: que el campo magnético
terrestre, el "salvavidas" natural del planeta contra la radiación
solar, lo repela o que parte de las partículas que contiene este
fenómeno penetren en la atmósfera de la Tierra a través de los polos,
las zonas más sensibles del escudo terrestre».
Luis Ramón Bellot, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),
explicó a ABC.es que «la Tierra está muy bien protegida, y este campo
se deforma pero nunca se rompe. Si hay tormentas pequeñas, se forman las
auroras boreales y australes. Si es un fenómeno más intenso, entonces
se pueden dar fallos en las comunicaciones y la red eléctrica».
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