MANILA.- Al menos 54 personas han muerto hoy y otras
60,000 se encuentran en centros de acogida, por las inundaciones y los
deslizamientos de tierra que causa la presencia del tifón "Bopha" en
Mindanao, en el sur de Filipinas.
La televisión local ABS-CBN indicó que 43 personas
perdieron la vida en la crecida de un río y avalanchas de tierra en el
Valle de Compostela, en Mindanao, una zona de yacimientos mineros.
Además hay en la misa zona al menos 25 heridos y varios soldados
desaparecidos.
El gobernador del Valle de Compostela, Arturo Uy, no
descartó la posibilidad de que la lista de muertos en su territorio en
su territorio suba. Otras ochos víctimas mortales causadas por
"Bopha" son de la provincia de Surigao del Sur, donde se ha declarado el
estado de calamidad.
Una mujer de 60 años y un joven de 22 perdieron la
vida en dos incidentes separados en Davao Oriental, y un señor de 31
años falleció por un árbol abatido por los vientos huracanados en
Misamis Occidental.
"Pablo", el nombre local que le han dado los
meteorólogos filipinos, se desplaza por el sur de Filipinas con vientos
sostenidos de 160 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 195 kilómetros
por hora. Viaja a 24 kilómetros por hora y en dirección oeste
noroeste, hacia la isla de Palawan, paso de entrada al Mar de China
Meridional.
Las copiosas lluvias que le acompañan, de entre 10 y 18
milímetros por hora, han dejado a gente en sus barriadas con el agua
hasta la cintura, ríos desbordados y carreteras y campos anegados.
La mayor parte de los evacuados, unas 55.000 personas, son residentes en
las provincias más orientales de Mindanao, como Surigao del Norte y del
Sur, Agusan del Norte, Lanao del Norte y Misamis Oriental, por donde
entró esta mañana el tifón.
Las autoridades se habían preparado para su llegada con
la reubicación de las personas en zonas de riesgo y la suspensión de las
clases en las provincias afectadas. Cerca de 150 vuelos han sido
suspendidos y miles de personas se encuentran atrapadas en los puertos
tras la orden de la guardia costera de que el servicio de
transbordadores permanezca parado hasta nuevo aviso.
Se ha denunciado la desaparición de cuatro pescadores en
aguas de Mindanao, pese a que se había ordenado a la flota pesquera
permanecer en puerto. Según Defensa Civil, hay cortes del servicio
eléctrico en zonas de Surigao del Norte y del Sur y Agusan del Norte, y
las copiosas lluvias afectan al tránsito en la red de carreteras de
Mindanao.
Los destacamentos que las Fuerzas Armadas habían
preparado para participar en contingencias ya han entrado en acción,
para asistir a las autoridades locales en tareas de rescate o ayuda
humanitaria. El propio presidente filipino, Benigno Aquino, había
advertido al país por la televisión estatal de que su "potencial
destructivo no es cosa de risa.
Se espera que sea el más fuerte en golpear a nuestro país
este año". "Bopha" o "Pablo" cierra la temporada de tifones en
Filipinas, estación que todos los años atrae entre 15 y 20 tifones y que
empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.
Unas 180 personas perdieron la vida en el
archipiélago filipino durante el mes de agosto tras el paso de varios
huracanes y depresiones tropicales que inundaron durante dos días el 60
por ciento de Manila. Además, las inundaciones causaron más de 3
millones de afectados y tuvieron un fuerte coste económico por los
destrozos en las infraestructuras y los daños a la agricultura.
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